Cómo McDonalds usó el growth hacking para conquistar el mundo

McDonalds es una de las marcas más famosas y exitosas del mundo, con más de 38.000 restaurantes en más de 100 países y más de 69 millones de clientes al día. Pero, ¿cómo logró esta empresa convertirse en un gigante de la comida rápida? La respuesta está en el growth hacking, una disciplina que busca promover un crecimiento acelerado mediante la captación de grandes volúmenes de clientes a bajo costo.

¿Qué es el growth hacking?

El growth hacking es el conjunto de estrategias y técnicas que se caracterizan por utilizar la creatividad, la innovación y el análisis de datos para encontrar las mejores soluciones para hacer crecer un negocio. El growth hacking se basa en la experimentación constante, la medición de resultados y la optimización continua.

El objetivo del growth hacking es conseguir un crecimiento exponencial con el mínimo gasto y esfuerzo posibles, aprovechando los recursos disponibles y las oportunidades del mercado. El growth hacking se enfoca en el cliente, buscando satisfacer sus necesidades, deseos y problemas, y ofrecerle valor.

El growth hacking suele asociarse con las startups, especialmente las tecnológicas, que necesitan escalar rápidamente su negocio con poco presupuesto y tiempo. Sin embargo, el growth hacking también puede aplicarse a empresas consolidadas que quieren renovarse, diferenciarse y expandirse.

¿Cómo aplicó McDonalds el growth hacking?

McDonalds es un ejemplo de cómo una empresa puede usar el growth hacking para crecer y dominar su sector. La historia de McDonalds se remonta a 1940, cuando los hermanos Richard y Maurice McDonald abrieron un restaurante de hamburguesas en San Bernardino, California. Su propuesta era ofrecer comida rápida, barata y de calidad, utilizando un sistema de producción en cadena inspirado en el modelo de Henry Ford.

En 1954, Ray Kroc, un vendedor de máquinas de batidos, visitó el restaurante de los hermanos McDonald y quedó impresionado por su eficiencia y éxito. Kroc les propuso convertirse en su socio y expandir el negocio mediante franquicias. Así nació la corporación McDonalds, que pronto se extendió por todo Estados Unidos y luego por el mundo.

Pero, ¿qué estrategias de growth hacking utilizó McDonalds para lograr este crecimiento? Aquí te presentamos algunas de las más destacadas:

  • Aprovechó el auge de la industria automovilística y la construcción de carreteras en EE. UU. para ubicar un restaurante con sus arcos dorados en cada salida de las autopistas, facilitando el acceso y la visibilidad de su marca.
  • Creó el concepto de drive-thru, que permitía a los clientes pedir y recoger su comida sin bajarse del coche, ahorrando tiempo y dinero.
  • Innovó en su oferta gastronómica, adaptándose a los gustos y preferencias de cada mercado. Por ejemplo, introdujo el Big Mac en 1968, el Happy Meal en 1979, el McFlurry en 1997 o el McCafé en 2001.
  • Se asoció con otras marcas reconocidas para ofrecer productos complementarios o promociones especiales. Por ejemplo, colaboró con Coca-Cola desde 1955, con Disney desde 1981 o con Lego desde 1986.
  • Utilizó el marketing emocional para conectar con su público objetivo, especialmente los niños. Creó personajes como Ronald McDonald o los McNuggets, patrocinó eventos deportivos o benéficos y lanzó campañas publicitarias con eslóganes como “I’m lovin’ it” o “¿Te gusta divertirte?”.

¿Qué podemos aprender del caso de McDonalds?

El caso de McDonalds nos muestra que el growth hacking no es solo una estrategia, sino una filosofía de trabajo que busca el crecimiento constante y sostenible. Para aplicar el growth hacking en nuestro negocio, debemos seguir estos pasos:

  • Definir nuestro producto o servicio y validar que resuelve un problema real para nuestro cliente ideal.
  • Analizar nuestro mercado y nuestra competencia, identificando las oportunidades y amenazas que existen.
  • Establecer objetivos claros y medibles, que nos permitan evaluar nuestro progreso y rendimiento.
  • Diseñar y ejecutar experimentos, utilizando la creatividad y la innovación para encontrar las mejores soluciones para nuestro negocio.
  • Medir y analizar los resultados de los experimentos, utilizando herramientas y métricas adecuadas para obtener datos relevantes y fiables.
  • Optimizar y escalar las soluciones que funcionan, descartando las que no y buscando nuevas formas de mejorar.

Si quieres conocer más de la metodología de Growth Hacking y/o quieres implementarlo en tu empresa o negocio, te recomiendo nuestro programa de Growth Hacking As A Service (GHAAS) el cual el único y te servira en cualquier etapa de crecimiento en que te encuentres.