Jesucristo nos dijo que nunca había visto un partido de fútbol. De manera que mis amigos y yo le llevamos a que viera uno. Fue una feroz batalla entre los ‘Punchers’ protestantes y los ‘Crusaders’ católicos.
Marcaron primero los ‘Crusaders’. Jesús aplaudió alborozadamente y lanzó al aire su sombrero. Después marcaron los ‘Punchers’. Jesús volvió a aplaudir entusiasmado y nuevamente voló su sombrero por los aires.
Esto pareció desconcertar a un hombre que se encontraba detrás de nosotros. Dio una palmada a Jesús en el hombro y le preguntó. ¿A que equipo apoya usted buen hombre?
-¿Yo?- respondió Jesús visiblemente excitado por el juego. -Ah! pues yo no animo a ningún equipo. Sencillamente disfruto del juego.
El hombre se volvió a su vecino de asiento y, haciendo un gesto de desprecio le susurró: “Hum, un ateo”.
Anthony de Mello.
Esta historia sale de una fotocopia de algun libro que un buen amigo me regaló el 27 de agosto de 1992. Sí, la copia de una página de algun libro, de esos que solía leer por aquella epoca donde mi propósito de vida parecia ser religioso de la comunidad de los Hermanos de La Salle que llevo enormemente en mi corazón. Para esa época estaba cursando décimo grado, y fue un momento de mi vida de grande amigos, gran sentido de la vida, la religión, los valores, y me gustaba ser el mejor en todo: en los scouts, en la pastoral, en el estudio, en el baloncesto, en el balonmano y cuanta conversación pudiera tener con cualquier persona.
Detras de la fotocopia un mensaje que dice:
Paulo:
Seguir a cristo no es fácil pero es demasiado satisfactorio.
No importa como lo busque, cuando lo encuentres síguelo.
“Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe
y de la grandeza que se inclina antes los niños.
(Khalil Gibran)
Admiro tu alegría, nunca la pierdas.
Gracias por todos los momentos que pasamos.
CMS
La historia es bastante diferente 30 años después, tantas cosas han pasado y quedan miles de experiencias atrás, algunas donde hacemos de fanáticos y defendemos a capa y espada causas que la mayoría de las veces no son trascendentales, y otras con una claridad de corazón, que actuamos con el animo de ayudar a la humanidad sin importar su razo, credo, nacionalidad o clase social.
Doy gracias a que aun cada día saludo a mi gran amigo Jesús, un amigo que encontré y que finalmente es el único que me ha acompañado en lo mas profundo de mis desaciertos, y en el éxtasis de mis logros.
Gracias “CMS” por la entrega y amistad de aquellos días, gracias a Jesús por permitirme re-encontrar este mensaje después de 30, y comprender que la gran esencia que nos hace buenos hombres, nunca muere con los años!
